Pero más allá de todo ello, Olalla es una mujer inquieta, amante de la cultura y arrebatadoramente inteligente. Esperamos que disfrutéis de nuestra entrevista de este mes (que por extensión y profundidad, ha estado cerca de ser un tercer grado). Nuestro mayor agradecimiento a Olalla.
Ambos, familia y profesores, son pilares fundamentales para el progreso personal durante la infancia y la adolescencia, e influyen de manera determinante en nuestro desarrollo. En mi caso, mi padre era profesor (ahora está retirado) y desde que tengo uso de memoria recuerdo estar fascinada por los estantes de libros presentes en todas las habitaciones de la casa. En cuanto a mis maestros y profesores, hay muchos a los que recuerdo con gran cariño; pero, si tuviera que mencionar tan sólo a un par de ellos, me quedaría con mi profesora de literatura de 8º de EGB y mi profesora de historia de 3º de BUP. La primera me permitió descubrir que las lecturas resultan mucho más plenas cuando puedes compartirlas con otras personas; y la segunda, que la historia la conforman seres humanos, más allá de los datos que aparecen en los libros de texto.
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Soy un caso atípico. Aprendí a leer en casa, siendo muy niña, y lo cierto es que desde el principio me acostumbré a los libros de la biblioteca de mi padre, que no eran precisamente infantiles. Los relatos que más recuerdo de mi niñez, aparte del ya mencionado, son los relativos a la mitología grecolatina; y en la adolescencia disfrutaba leyendo a los clásicos. Eso sí, creo que tenía (y tengo) gustos un tanto eclécticos. Me gustaba tanto el Romancero Viejo como Platero y yo.
3. Una de las funciones de un buen profesor debe ser el fomento de la lectura, y en consecuencia, la adecuada elección de libros para sus alumnos. Olalla, ¿qué autores de novela histórica recomendarías para Secundaria y Bachillerato (12-18 años)? ¿Cuáles te parecen más evocadoras y a la vez más rigurosas históricamente hablando?
A esas edades, la novela puede ser una excelente puerta de entrada a la historia, que a menudo se percibe por parte de los estudiantes como una disciplina bastante árida. Lo importante es que el argumento sea ameno, pero que tanto la ambientación como los datos históricos de la trama tengan el rigor suficiente para hacer de la lectura una experiencia didáctica. Yo soy muy cuidadosa en este aspecto, pero no soy la única. Hay una nueva generación de autores españoles que respetan el espíritu histórico sin restar protagonismo a la emoción y la aventura. Podría citar como ejemplo a Santiago Posteguillo, Antonio Penadés, Carlos Aurensanz o Antonio Garrido. Además, el hecho de que sean españoles puede facilitar el trato directo con los lectores (en este caso, los alumnos), por ejemplo, a través de visitas organizadas a los centros educativos. Es mi opinión, pero, por supuesto, confío plenamente en el criterio de los educadores, que están mucho más capacitados que yo para decidir en materias como ésta.
Buena pregunta. La verdad es que siempre me ha gustado escribir. Recuerdo que cuando tenía 12 años participé en un certamen regional de poesía y descalificaron mi poema porque afirmaban que era imposible que lo hubiera escrito una niña de mi edad; ese mismo año gané el segundo premio en un concurso nacional de relato corto. Sigo estando muy orgullosa de ambos textos.
Creo que el mejor consejo que se puede dar a cualquiera que tenga vocación literaria es que escriba, que experimente, que comparta su obra y no se cierre a las críticas. Por supuesto, sería deseable que desde las instituciones educativas se fomentara la creación de clubes de lectura, talleres de escritura y certámenes literarios, así como el contacto con escritores profesionales.
Por último, soy de la opinión de que al alumno no puede imponérsele el gusto por la lectura. Si deseamos fomentarla, la mejor estrategia consiste en encontrar las lecturas con las que el estudiante pueda sentirse identificado. Una vez más, creo que la única forma de acometer con éxito una tarea tan complicada es fortaleciendo la colaboración entre los padres y el profesorado.
5. ¿Cómo crees que pueden contribuir las nuevas tecnologías al fomento de la lectura? En relación a lo anterior ¿qué ventajas crees que los libros electrónicos pueden aportar?
Creo que las nuevas tecnologías son un gran aliado para el fomento a la lectura. En primer lugar, las redes sociales facilitan el encuentro y el diálogo. Cuando era más joven, me habría encantado compartir experiencias con otros lectores, tal y como hago ahora en foros de Internet. Por otra parte, los libros electrónicos nos permiten disponer de auténticas bibliotecas concentradas en un pequeño soporte, cómodo y manejable.
En nuestra sociedad la cultura está cada vez más mercantilizada. Al igual que sucede en otros ámbitos, el consumismo marca también las pautas en el negocio editorial. Por fortuna, la misma lógica del mercado de la información fomenta la aparición y el desarrollo de focos alternativos, como foros y páginas especializadas en la red, que son un potente medio de difusión de la opinión real de los lectores, más allá de la campaña mediática de turno. Creo que estos espacios tendrán un peso cada vez mayor, por lo menos entre los sectores de la población que son lectores asiduos.
7. Uno de los aspectos que más destaca de tus novelas es la excelente ambientación histórica; y es que tu faceta como investigadora y profesora ha sido fundamental en tu trayectoria. Aunque en anteriores ocasiones has manifestado que será difícil retomar tus investigaciones, ¿no echas de menos tu carrera docente?
Tengo que reconocer que la época en que di clase en la universidad fue especialmente enriquecedora. Por fortuna, aún tengo la posibilidad de participar en numerosas conferencias en universidades y centros de investigación, así como de dar charlas en centros culturales y bibliotecas.
En mi lista de “los más regalados”, J. R. R. Tolkien va seguido a muy corta distancia por Gabriel García Márquez. Tanto el segundo (mediante el realismo mágico) como el primero (a través de la fantasía) demuestran una portentosa capacidad para crear un universo completo, profundo y tremendamente evocador que, al distanciarnos del nuestro, nos ayuda a plantearnos preguntas sobre nuestro propio mundo y a responderlas desde la perspectiva de la distancia. Esa es una de las razones por las que me cautivaba (y me sigue cautivando) “La historia interminable” de Michael Ende, un título muy recomendable para los jóvenes lectores.
9. Hablemos de ocio y tiempo libre. Hemos leído una entrevista anterior en la que sobre tu trabajo declaras “le dedico todo el tiempo del que dispongo, es casi como una droga”, (con lo cual nos sentimos plenamente identificados) ¿Es la lectura el principal momento de ocio de un escritor, o “en casa de herrero, cuchillo de palo”?
Para un escritor, leer es vital. La lectura es la savia que nos nutre y nos hace crecer. Lo que ocurre es que, para la mayoría de nosotros, deja de ser ocio para convertirse en una parte indisoluble de nuestra profesión. Eso no significa que no disfrutemos de la lectura, ni mucho menos.
También he vivido durante una temporada en Houston, Karlsruhe, Ratisbona… En principio, me he sentido cómoda para escribir en todas ellas, aunque es cierto que la inmersión en otro universo lingüístico dificulta enormemente el seguir trabajando en español; desde este punto de vista, escribir en un correcto castellano resulta menos complicado en un país en el que se hable una lengua neolatina como el italiano o el francés, mientras que un idioma germánico como el inglés o el alemán dificulta bastante más la tarea.
En cuanto al ocio cultural, París y Estrasburgo son dos ciudades con una oferta extraordinaria, en todos los ámbitos culturales y para todos los bolsillos. Pero mi experiencia me dice que en España también contamos con lugares que no les van a la zaga. Madrid, por ejemplo, presenta una oferta amplísima.
En la sociedad de masas que se ha desarrollado en las últimas décadas, la concepción del ocio ha cambiado, en el sentido de que a veces se entiende como una actividad puramente personal. El hecho de crear un entorno propio no tiene por qué ser negativo en sí mismo, pero en ciertos casos puede conducir al aislamiento. En este contexto, la animación sociocultural presta una gran ayuda, porque, además de proporcionar entretenimiento, crea núcleos de encuentro que contribuyen a potenciar la dimensión social del ser humano, imprescindible para su correcto desarrollo personal.
Las nuevas tecnologías ayudan a que esto resulte mucho más fácil que en el pasado. Basta con introducir “club de lectura” en cualquier buscador para obtener decenas de direcciones, entre las que cada lector puede seleccionar la que más se ajuste a sus preferencias.
14. ¿Te apetece contarnos algo más?
Eva Mª de Diego Lázaro y Diego Sobrino López
INFORMACIÓN RELACIONADA:
- Olalla García en Wikipedia
- Entrevista a Olalla García en Literalia.TV (en Youtube)
- Página personal de Olalla García
- Amigos de Olalla García en Facebook
- Primer capítulo de Ardashir. Rey de Persia
- Primer capítulo de Las Puertas de Seda
- Reseñas de sus novelas Historia de National Geographic, Artehistoria, Anika entre Libros, Hislibris (Libros de historia, libros con historia)
1 comentario:
Muy interesante la entrevista chicos :)
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